Ciudad capital

Los Reinos de la Luz

Las tierras o reinos de la luz son un todo complejo de explicar que ha sufrido variaciones a lo largo del tiempo. Conformado por elfos, feéricos, humanos y mareas, la sociedad es una amalgama de culturas que ha encontrado un equilibrio respetuoso con cada una de ellas. En el momento en el que da inicio la trama conocemos a una Luzaria moderna y cosmopolita, ciudad de rascacielos, muy parecida a cualquiera de nuestras urbes, donde, eso sí, los espacios verdes conforman barrios para las diferentes razas que, si bien conviven en paz y harmonía en le centro, también recurren a sus raíces en la periferia. 

Más allá de Luzaria existen otras ciudades y hasta 'mundos', como el de Íonthass, hogar de los elfos antiguos o Pluvia, la ciudad del agua. O Faeria, el mundo de las hadas. Cada uno de ellos, en mayor o menor medida, aparece en los diferentes libros o relatos o escenas. 

Particularidades

El mayor rasgo diferenciador entre Luzaria y Noctia (o Átraro, como la conocen los hijos del Imperio de la Noche) reside en el hecho de que sus culturas conviven juntas. Pactos y leyes protegen las necesidades de cada una de ellas, respetando un equilibrio vital y fuerte que potencia la sociedad. Sin embargo, los secretos también susurran en el silencio de un mundo que, de forma especial, se deja oír al caer la noche. 

Luces apagadas, instalaciones eléctricas en completo abandono. Y es que, al fin y al cabo, ¿quién necesita luz en las tinieblas de una ciudad a la que no se puede salir después de las doce en punto de la noche? Al sonar el Toque de Queda, si pones un pie en la calle, la responsabilidad es tuya porque cuando las puertas del Muro de Caronte se abren, a lo que salga de ahí, lo protege la Ley Común.

Elfos, feéricos, mareas y humanos viven juntos, como decimos. Una mezcolanza extraña en una sociedad moderna que combina la magia (regulada por estrictas leyes) con la tecnología y que busca una forma de convivir con lo que hay al otro lado del Muro, un universo de noche eterna y una compleja situación con la que lidiar. 

Mundos y razas lúzaros

Aunque conviven juntos, cada raza tiene su origen, su mundo, sus culturas, sus ideas. Y sus secretos.
Visítalos.

Feéricos
Elfos
Mareas
Humanos
Feéricos
Forma de Gobierno

El Consejo de la Luz está conformado por varios miembros de distintas razas que se reúnen en el edificio más alto de Luzaria, conocido como La Sede. Allí se toman las decisiones más importantes y relevantes para la sociedad. Es tradición que, de forma anual, los hijos de los miembros del Consejo pasen un año de convivencia en Noctia para empaparse del estilo de vida de sus peculiares vecinos. De igual modo, un noctis se establecerá en casa de la familia cuyo hijo haya partido durante ese año al Imperio de la Noche. 

Aunque no necesariamente ha de serse hijo de un miembro del Consejo de la Luz para poder acceder a dicho órgano, sí es preferible y prioritario, ya que se cree que habiendo crecido en ese escenario, resulta más sencillo enteder y lidiar con ciertos aspectos.

Fuerza Militar

Dado que la guerra no es algo que haya asolado nunca a la sociedad común de Luzaria, el ejército no es algo que tenga demasiado peso y cada una de sus razas poses sus propias fuerzas militares, todas ellas fuera de la ciudad capital, por imperativo legal. Sin embargo, es la Guardia Blanca la que trata de mantener el orden allí y asegurar la protección de todos sus ciudadanos.

Este cuerpo está conformado, esencialmente, por humanos.

Símbolo: el sol y cada una de ellas

El símbolo común que representa a la sociedad de Luzaria es el Sol, pues el astro rey es algo común en la idea de vida que humanos, elfos, feéricos y mareas entienden. Sin la luz del sol no existiría nada. Y por eso, aun respetándose los símbolos que distinguen a cada raza, el Sol es un emblema común y un estandarte que está por encina de todas y cada una de ellas: la mariposa de los feéricos; el unicornio de los elfos; el árbol de los humanos y la gota de agua de las mareas. 

Mitología y dioses 

Los mitos y creencias de cada raza son profundamente respetados en Luzaria y por eso, se alzan templos dedicados a las distintas deidades para cada una de ellas, aunque en su conocimiento profundizaremos viajando a cada uno de sus mundos.

Uno de los templos que podemos situar como ejemplo es el de Ladasdir, una rareza en Luzaria, ya que pertenece a los elfos antiguos y de estos, no queda una sola construcción en el mundo mortal, salvo el templo alzado en honor a la reina de los elfos antiguos, que renunció a la vida inmortal.

Trono

Dado que el poder en Luzaria se simboliza en La Sede, no existen tronos en esta sociedad, aunque sí es posible que los haya en cada uno de los mundos pertenecientes a las razas que conforman la amalgama de lúzaros. Tronos de reyes antiguos, tronos legendarios, tronos llenos de misterio... y, tal vez, algo más.