Memorias Dinásticas
A nadie le importa cómo, dónde o cuándo nació una emperatriz, de modo que las fechas que recogen las Memorias Dinásticas son las del inicio de su gobierno y su final. El servicio a Ántico.
1200 - 1260 Primer Ciclo - Primera Tormenta
Asciende al trono con tan solo 20 años, tras la muerte de su padre. A su gobierno se instauran numerosos cambios y la figura del Kaisar -máximo mandatario en Ántico- queda relegada por la de la emperatriz o emperador.
Hija única, se cría prácticamente con su primo Anbald, al que quiere como un hermano. La relación se enfría con el paso del tiempo y las diferencias llegan a confrontarlos como herederos al trono, dado que en aquel entonces, el hombre tenía prioridad por sobre la mujer. Sin descendiente varón, no son pocos los que atisban en la figura del sobrino del Kaisar al futuro gobernante de Ántico.
Finalmente no es así y ante su inminente muerte, el Kaisar determina que sea su hija la que ascienda al trono.
En una etapa convulsa, Daxta asienta los cimientos de la dinastía Vakko, convirtiéndose en el primer miembro oficial que la historia reconocería a pesar de las vivencias que lo contradicen, recogidas en el primer volumen de las Memorias Dinásticas. Siendo aún muy joven contrae matrimonio con Deimos Avianos, un perseguido delincuente al que todos conocen como 'el diablo'. Si bien esto resulta llamativo, el pueblo lo toma como una excentricidad más de las muchas que la joven ha llevado a cabo desde su ascenso al trono.
A pesar de los tiempos complicados que la acompañan, mantiene su gobierno durante 60 años, tras lo cual le cede el trono a su única hija, Arvia.
Recibe el sobrenombre al hacer caer la figura del Kaisar para instaurar el imperio y convertirse en la primera emperatriz de la dinastía.
1260-1277 1C-1T
Tras el largo gobierno de su madre, Arvia asciende al trono con, nada menos, que 62 años.
Interesada en la magia y atisbando lejana su responsabilidad al frente del Imperio, entrega su vida al conocimiento de la brujería, razón por la que se gana el sobrenombre de la hechicera. Esto le cuesta varios problemas con su madre, mucho más reacia al uso del poder. Pero hay algo que Daxta no sabe y su hija sí.
Arvia contrae matrimonio con Majjen Seffu, con quien tiene tres hijas: Luaran, Rira y Zery. Cumpliendo con el mandato establecido por su madre tiempo atrás y recuperado por ella misma, será la mayor de ellas la que ascienda al trono tras los 17 años de gobierno llevados a cabo por la propia Arvia, que muere a los 79.
1277-1308 1C-1T
Luaran sube al trono con 21 años y lo deja con 52. Treinta y un años de gobierno.
Ella potencia la fuerza de las legiones en Ántico toda vez que la magia empieza a ser un elemento rechazado allí, dado el mal uso que se ha hecho de ella y la aterradora llegada del poder atávico. Las prohibiciones crecen de su mano y empieza a conceder importancia al poder militar.
De ese modo conoce a Tranous Bassa, soldado apasionado con el arte de la guerra, a quien convierte en su esposo y con el que tiene dos hijas: Umbra y Delma.
Enfrentados a los vampiros desde tiempos inmemoriales, los brujos son liderados en batalla, por primera vez, por su propia emperatriz, que acude al frente a luchar.
1308-1343 1C-1T
Sube al trono con 25 años y lo deja a los 60. Cuatro después, muere de forma accidental y, según las malas lenguas, a manos de su hija.
Umbra aboga por la unidad en el Imperio de la Noche, aplacando las pasiones que su madre pone en liza con las legiones, potenciándolas hasta extremos que llegan a alarmar al resto de terras. Cercana con el pueblo, Umbra se muestra preocupada por las necesidades de la gente y busca una vida pacífica, de alianzas y colaboraciones que, instaladas en el recelo sembrado por su madre, no encuentran una gran respuesta.
Siendo muy joven, se casa con Thycrak Baskro y tiene cuatro hijos: Zordros, Tanray, Layrian y Phyaris.
1343-1365 2C-1T
Probablemente la más conocida de todas. Tanray crece hastiada de ver los intentos de su madre por alcanzar alianzas y una paz común que se antoja imposible. Concesiones, cesiones y claudicaciones forjan en ella un carácter orgulloso harto de agachar la cabeza. Así lo vive.
Con Tanray da inicio la dinastía marcada tras un temerario pacto con Caronte, el barquero de los muertos. Almas a cambio de su inmortalidad, tiempo para conquistar todas y cada una de las doce terras que, junto a Ántico, componen el imperio de la Noche. Si un día ella agachó la cabeza ante otros, ahora lo harán esos otros ante ella.
La voluntad de Tanray, además, se ve favorecida por su extraño viaje a la isla de Necron, desde la que regresa, según cuentan muchos, con el favor de los dioses.
Hasta allí la acompaña quien después será su esposo: Aslur Hassul, príncipe de Intora.
Madre de dos hijas, gemelas: Listhy y Tínessly. Ninguna de ellas es de Aslur, pero Tanray no permite plasmar en las memorias dinásticas el nombre de su padre, que acaba perdiéndose en el tiempo.
Tanray alcanza el trono con 20 años y, a pesar de sus planes de gobierno infinito, es destronada a los 42 años; veintidós después.
1343-1365 2C-1T
En los tiempos del Kaisar y en los albores del Imperio, un gobernante se consideraba preparado para ascender al trono si había alcanzado los 17 años de edad. Tras una etapa convulsa bajo el gobierno de Tanray, todo parece saltar por los aires, incluida esa premisa. Así pues y tras la inesperada caída de la emperatriz inmortal, su hija, Listhy Vakko, asciende al trono con solo 15 años. La emperatriz más joven de la historia. Aun así, Listhy goza de la lealtad de importantes generales y asienta las bases de un Ántico nuevo con viejas hambres. Ella instaura la Leggio en sustitución de la Timoria, las legiones de su madre. Borra todo rastro del Ave Fénix, emblema de la terra bruja y fija la Lágrima del Renacer como símbolo de una Ántico castigada, sufridora y en el ojo del huracán, pero determinada y decidida, en pie tras cada caída, renaciendo siempre.
A pesar de su idilio de juventud con un esclavo, Listhy se une a Ilaksan Varnar, soldado de la recién creada Leggio, con quien, sin embargo, no llega a contraer matrimonio jamás. Con él, tiene a sus cuatro vástagos: Axneon, Raoun, Nessalya y Draydas. No son pocas las voces, sin embargo, que aseguran que el menor de los hijos de la emperatriz no es de Ilaksan, sino de Drasean Senathair, general de la Leggio.
Listhy abandona el trono a los 60 años, tras un largo gobierno de 45 marcados por la muerte de su hijo mayor, su gran apoyo. El campo de batalla acabaría por cobrarse también la vida de sus otros dos vástagos, aunque mucho tiempo después, ya en el ocaso de su gobierno, que llega con una época de oscuridad para Ántico.
1410-1433 2C-1T
Nessalya asciende al trono con 32 años. Única hija mujer de Listhy Vakko, siempre tuvo clara cuál sería su posición. A diferencia de su madre, Ness, como la conocen los más cercanos, da inicio a una cruenta etapa de invasiones con las que trata de honrar a su hermano Axneon, caído al frente de las legiones cuando está a punto de tomar Trásaro, la terra demoníaca. No lo logra, pero asienta unas bases para hacerse con un respeto y un temor reverencial que en años venideros vaticina esplendor y grandeza para el gobierno de su hermana.
Sin embargo, no es así. Con la muerte de Axneon, aún bajo el gobierno de su madre, Ántico cae en depresión y ninguno de los nuevos generales logra suplir el carácter y fortaleza del primogénito de Listhy Vakko. Draydas, su hermano menor, toma el mando, pero el príncipe es más joven y no tarda en correr el mismo infortunio.
Devastada, Nessalya ordena alzar La Columna de los Honores para homenajear a sus hermanos, caídos en batalla. Los extraños sucesos en torno al pináculo acaban por obsesionarla y arrastrarla a lo que muchos consideran una demencia. Nessalya empieza a desconfiar de todos y ordena ejecutar a escultores, sabios, magos. Ofrece su sangre a las Cinco Diosas en continuos rituales que no parecen saciar a las deidades. Su furia se refleja en el campo de batalla y la dureza en las invasiones es absoluta. El único límite que Nessalya fija en una invasión es ninguno.
Nessalya se casa con uno de sus múltiples amoríos, el único capaz de tranquilizarla, Themo Valnyx, soldado de las legiones Aes y buen amigo de su hermano Raoun, que muere años más tarde en el campo de batalla.
La emperatriz renuncia al trono de manera inesperada a los 55 años y desaparece de la escena pública. Muchos la consideran muerta a pesar de que Ántico nunca anuncia oficialmente su fallecimiento. Es su hija Ennah quien lo confirma años más tarde. Ennah y su hermano Reddon son los hijos de su único matrimonio.
1410-1433 2C-1T
De ella se espera un gobierno similar al de su madre, pero apenas está tres años en el trono, desde los 29 con los que asciende hasta los 32 con los que fallece. No son pocos los que consideran que Ennah es víctima de una maldición en el deseo de que no prolongase un nuevo imperio de sangre. Algunos, incluso, hablan de traición ántica, ya que bajo el yugo de Nessalya, su madre, mueren muchos brujos al servicio de la Vakko.
Su gobierno está marcado por la controversia, a pesar de que las Memorias oficiales transforman su historia. Ennah va en contra de todo lo que siempre ha hecho su linaje en un convencimiento absoluto de la actitud equivocada de su familia para con las terras. Los altercados son continuos y las tensiones con sus primos y hermano se acrecientan con cada acto que en el seno del Imperio se toma como una ofensa, una humillación.
Y como no podía ser de otra forma, todo acaba estallando.
A pesar de los múltiples idilios que Ennah protagoniza, no llega a casarse con ninguno de ellos y es su hermano Reddon quien la sucede en el trono, pues tampoco deja descendencia alguna.
1410-1433 2C-1T
De forma inesperada, Reddon toma el mando de Ántico y da inicio a una época de cambios convulsos tras la muerte de Ennah. Coincidiendo con el cambio de ciclo temporal, no son pocos los que vaticinan una nueva época para Ántico y el Imperio de la Noche.
Reddon es el primer emperador tras una lista que, hasta entonces, han protagonizado solo mujeres. Asciende al trono con 34 años y lo deja con 59, tras 25 años de gobierno.
Aunque muchas voces señalan la muerte de Ennah como una maldición por lo cruento que de ella se esperaba, su hermano da continuidad a una de las cruzadas más sanguinarias que se recuerdan contra el Imperio de la Noche y muestra una inclinación extraña en limpiar el nombre de su hermana, que muchos han tratado de ensuciar.
De carácter libertino y despreocupado, contrae matrimonio con Maivsa Bleyste, sin ascendencia noble, pero de increíble belleza. No la ama, pero sí es consciente de la necesidad de darle un heredero al trono. Con ella tiene a su única hija: Leybrand.
De Maivsa no vuelve a saberse nada tras dar a luz.
Por la dureza de sus campañas, muchas de ellas en nombre de su hermana, a la que adora, la historia lo bautiza como el emperador vengativo.
1410-1433 2C-1T
Digna hija de su padre, continúa con la sangrienta campaña de invasión de la que Ántico no sale muy bien parada. Tal es su dureza que algunas terras se alían contra el Imperio brujo.
Por su carácter incendiario recibe el sobrenombre de la emperatriz de fuego. Algunos hablan de ella como la reencarnación de su propio padre. Leybran dedica buena parte de sus esfuerzos en hacer crecer a la Leggio, aumentar el número de unidades y potenciar el número de frentes abarcables, de forma que ninguna terra pueda acudir en ayuda de otra. Trata así de espantar cualquier intento de alianza y establece la obligatoriedad en Ántico de que cualquier niño se aliste en la Praes con siete años para recibir formación militar.
Durante su gobierno se crea la Cupros, una nueva legión conformada por hombres y mujeres voluntarios que hasta ese momento han dedicado su vida a otra labor. Las buenas condiciones del ejército llaman a muchos a alistarse, mercaderes, navegantes y hasta vagabundos ven una oportunidad de mejorar sus vidas en la lucha por Ántico. Leybrand lo fija como algo voluntario al considerar que, en la obligatoriedad de un hombre o mujer que no ha recibido antes formación en noble arte de la guerra, los contras serán mayores que los pros.
Leybrand contrae matrimonio con otra mujer, Nentia Lorvern, su consejera personal. Junto a ella cría a tres hijos, según se cuenta, de padres distintos; hombres de los que ambas se encaprichaban por distintas razones y con los que tienen a sus vástagos: Launnya, Nyxcor y Larkian.
Leybrand asciende al trono con 32 años hasta los 50.
1410-1433 2C-1T
Tras las devastadoras campañas desde su tatarábuela y hasta su madre, los resultados para Ántico son adversos. Fraguadas algunas alianzas interesadas, Launnya se debate entre la venganza y la restauración del Imperio. Mermadas sus posibilidades con la Leggio, decide optar por esto último, enfrentándose a sus hermanos.
En su esposo, Edren Howly, encuentra a otro firme opositor. Fijado por su madre, no pocos creen que este matrimonio tiene como fin cambiar la forma de pensar de Launnya. Sin embargo, la emperatriz lo abandona por su segundo esposo Lasbalt Pulhox, su gran apoyo y padre de sus hijos: Zedar, Routh y Ealea.
Tras el desastre protagonizado por las legiones Cupros, Launnya las desintegra, calificando la idea de su madre como 'descaballada'. La entrada en las milicias vuelve a ser algo meramente voluntario, si bien mantiene las buenas condiciones vitales y económicas de los soldados para causar un efecto llamada. Aquellos que desean luchar sin haber recibido formación militar son enviados a las Aes para encarar panoramas algo más pacíficos junto a soldados profesionales.
Launnya asciende al trono con 19 años y lo abandona con 49. Firmeza de carácter y determinación, no se deja amilanar por nadie, pese a la oposición del Imperio por llevar a cabo su labor, iniciando un período breve de calma tensa en Átraro.
1410-1433 2C-1T
Responsabilizada con el legado de su madre, Ealea trata de imponer un período de calma en el Imperio, pero los resquemores de las terras dañadas por sus ancestros atisban en el cambio de figura en el trono una oportunidad de venganza.
En absoluto ajena a esa realidad, Ealea endurece las condiciones de subordinación y trato hacia las demás terras de un modo pasivo. Con su gobierno, iniciado a los 22 años, la brujería experimenta un pequeño auge en Ántico y es este el poder sobre el que la emperatriz desea asentar los cimientos de su mandato.
Contrae matrimonio con Rakis Niusfal y tiene, junto a él, a sus dos hijos gemelos: Hared y Daeryan.
Los rumores hablan de alianzas en las sombras con especial fuerza en las terras nigromantes y Eaela endurece aún más sus premisas de gobierno, retornándole importancia a la Leggio, a la que opta por replegar en detrimento de las duras campañas de expansión de su abuela. Por primera y única vez en la historia, se nombra a un general licántropo como líder absoluto de las legiones brujas.
Muere de forma inesperada a los 58 años, con mucho trabajo aún por hacer en la preparación de la sucesión y al lado de su esposo. Su comitiva es atacada por los mismos nigromantes que negociaban con ella ante la inminente amenaza de la Revolución Oscura.
1410-1433 2C-1T
Después de la inesperada muerte de los emperadores ánticos en la Revolución Oscura iniciada por los nigromantes, Hared Vakko toma el trono a los 25 años en una transición no exenta de controversia.
Los problemas con su hermano son constantes y arrastran a Ántico a una situación límite. Posicionado contra su propio imperio, Daeryan Vakko se convierte en una seria e inesperada amenaza a la que se sumarán los elfos y ante la que Hared no titubea, lidiando con ello con maestría y determinación.
Durante su gobierno caen invadidas las terras de Sorutz y Kaulas, así como la de Vieros, poniendo fin a la Revolución Oscura que había acabado con la vida de sus padres. Recuperando la lealtad de su hermano, ante el que se muestra indulgente y bondadoso, se asientan las bases que ponen fin a la amenaza sobre Ántico por parte de los elfos antiguos. Es la primera vez que los reinos de la luz se inmiscuyen en la guerra, apoyando a Telasia, que se convierte en la única pérdida en el particular balance de Hared.
Así las cosas, contrae matrimonio con Nusa Bewhis, que fallece dejándole un único hijo al emperador ántico del que nada se sabe. La Memorias Dinásticas eluden cualquier mención a él y muchos creen que se trata de algún bastardo fuera del matrimonio al que se trata de hacer pasar por el hijo de su esposa. Poco tiempo después, contrae matrimonio con otra mujer, Arvia Tirall y tiene a su hija Eadni, a la que nombrará emperatriz.
Abandona el trono a los 50 años tras 25 de convulso gobierno.
1410-1433 2C-1T
El ascenso de Eadny al trono no es sencillo, máxime teniendo en cuenta que se produce cuando la princesa tiene solo 20 años. Los rumores del otro hijo de Hared y la desaparición de Daeryan Vakko, tienen a Ántico sumida en una situación compleja que, fácilmente, puede ser aprovechada por el enemigo; devastado, eso sí, ante las agresivas ofensivas de la Leggio liderada por el propio Daeryan, tío de Eadny.
Ante esto, la nueva emperatriz ha de obrar con cautela. Derrotados los nigromantes y tumbada la Revolución Oscura, la joven se esmera en retomar una buena relación con Arleah y Vieros y centra las ofensivas ánticas en reavivar los enfrentamientos con los vampiros, dadas las ansias de sus legiones, sedientas de éxito al mando de Daeryan. Kaulas, Imblion y hasta Estirya se convierten en el centro de atención del Imperio, devolviendo una normalidad antes perdida a Átraro.
Es la primera emperatriz ántica en cruzar el nuevo muro que los elfos han construido para tratar con los reinos de la luz, que tanto daño han hecho en el Imperio. Con ella tiene lugar una época de calma generalizada que coincide con el inicio del Cuarto Ciclo. Así las cosas, su gobierno se hace largo y próspero.
Contrae matrimonio con Eran Baylak, intorano, y trata de acercarse a la terra de su esposo en lo que muchos interpretan como un gesto novedoso en una emperatriz ántica, aferradas sus antecesoras, de manera generalizada, a la pureza de lo ántico y casi siempre ligadas a generales y militares. Con él tiene a sus cuatro hijos: Aivia, Rath, Taira y Ecir. La primera de ellas ascenderá al trono a la abdicación de su madre, que se produce con 71 años, tras 5 lustros de un gobierno de resurgimiento.
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Las excentricidades de Aivia hacen temer que la paz y la prosperidad que Ántico ha experimentado después de la etapa difícil tras la revolución nigromante se tambaleen. Aivia asciende al trono con 50 años tras el largo gobierno de su madre y se fija con especial atención en los archipiélagos de los Mares Oscuros, donde cree que puede encontrar lo que a Ántico le falta para ser capaz de acometer sus conquistas e invasiones, harta de prolongar guerras que ganan terras para perderlas poco tiempo después.
Así, Aivia abandona a su primer esposo, Salhu Mofrons, un soldado de la Leggio, para contraer matrimonio con un misterioso comerciante que frecuenta las islas oscuras, llamado Gaca Kramlion. Con él se dedica a viajar de manera asidua en lo que muchos consideran un descuido de la ciudad imperial.
Uno de esos viajes la lleva de regreso a Ántico con el cadáver de su esposo. Pocas son las voces que se atreven a hablar de las causas de la muerte del mercader y, poco tiempo después, ya instalada de nuevo en Ántico, contrae matrimonio con su tercer marido: Kramlion Huphan, con quien tendrá a su única hija: Hamlya.
Muchos son también los que creen que durante uno de sus viajes a los archipiélagos, la emperatriz regresa siendo dueña de un extraño don. Otros consideran que, simplemente, la magia oscura la ha envuelto, azotándola en una decadencia que se va haciendo evidente y que la lleva a abandonar el trono diez años después en favor de su hija.
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Desde los albores de la dinastía Vakko, ha resultado imposible conquistar las doce terras que, junto a Ántico, forman el Imperio de la Noche. La Leggio suma nuevos soldados con cada generación que la Praes prepara y las guerras se suceden con mayor o menor virulencia, pero nada parece capaz de doblegar a Átraro.
Los métodos de Hamlya se modifican y la emperatriz ántica, que arranca su gobierno con 35 años, da inicio a un periplo viajando a través de las diferentes terras para tratar de negociar de manera pacífica su adhesión al Imperio.
Su carácter afable y sus nobles intenciones predisponen a las terras brujas, pero todo se torna más difícil con las demás razas, esencialmente con los licántropos, enfrentada Sorutz a Élathur y conformando estos la legión de plata, parte de la Leggio ántica.
Hamlya contrae matrimonio con Sitlus Abo, miembro del Consejo de Nyx y con él tiene a su única hija, Thylia Vakko.
Sus visitas a Trásaro y Kaulas la encumbran. No son pocos los que elogian su valor, pero de esas terras no saca nada en claro, más allá de breves treguas. Regresa a Ántico con negociaciones interminables con las terras brujas y sin nada más en la parcela política. Sí en la amorosa. Su relación con una bruja domarnesa, Thana Basbe, es algo que no se molesta en ocultar y la razón por la cual su esposo acaba dejándola.
Años después, tras un gobierno de apenas doce años tras de su ascenso, cede el trono a su hija.
1410-1433 2C-1T
Habiendo trazado una buena relación con la amante de su madre, Thylia crece fascinada con la cultura catarnesa y es algo que no esconde en sus atuendos ni en la implantación de ciertas festividades o costumbres que alzan un gran revuelo entre la sociedad ántica. Sin embargo, eso es bien acogido desde Catarno y desde su vecina Domarna.
Su juventud (Thylia asciende al trono con 18 años) y su frescura traen aires de regeneración a Ántico y relajan la crudeza de tiempos anteriores. Thylia no se muestra tan preocupada en la invasión y con la conquista como en el agrado de otras terras hacia Ántico. Se muestra dispuesta a escuchar y tomar en consideración los deseos de terceros, tal y como hizo su madre, pero, atendiendo a las sugerencias de Tanha, la amante de su madre, empieza a mover hilos en las sombras para favorecer unos intereses que van cambiando poco a poco.
La misma juventud que hace que otras terras la vean con buenos ojos, se traduce también en ingenuidad a la hora de dejarse manejar por Tanha, que empieza a adquirir un notable poder en el seno del Imperio ántico.
Thylia conoce a Zafur Genrith siendo aún muy joven, brillante soldado de la Leggio que acabará por convertirse en su esposo y apartarla de la influencia de Tanha, que empieza a traducirse en enfrentamientos entre otras terras ante las que Ántico se presenta como salvadora. Zafur muere en batalla cuando Thylia espera a su tercer hijo; hija, en este caso: Marna. Antes que ella nacen Ottym y Anre, siendo la primera de estas dos la elegida para suceder a su madre.
Thylia protagoniza un gobierno de 21 años y deja el trono a los 39. Las Memorias Dinásticas cuentan que no logra sobreponerse a la muerte de Zafur, mientras otras lenguas añaden que Tanha tiene algo que ver en ello.
La repentina salida de Tanha del Áleon ratifica la desconfianza de la emperatriz en ella y dispara los rumores acerca de la muerte de Zafur, hombre querido por los ánticos y apreciado en la Leggio.
1410-1433 2C-1T
Al igual que su madre, Ottym asciende al trono con apenas 18 años, aunque, según las lenguas del momento, mucho más preparada que su madre. Aplicada en el arte del estudio y también en el de la guerra, no llega a completar su servicio en la Áurea, viéndose obligada a renunciar a ello, a pesar de su pasión por las espadas y el noble arte de la lucha.
Ottym es joven, pero observadora y poco dispuesta a cometer los mismos errores que su progenitora. La emperatriz le otorga al Consejo de Nix una fuerza que este había perdido tiempo atrás. Escucha sus voces, valora sus consejos y toma decisiones en firme que, sin llevar a Ántico a la crudeza de otras etapas, se aleja de negociaciones y concesiones. Las costumbres que su madre instaura son borradas del mapa y las relaciones con las terras brujas se enfrían de nuevo.
El orden que reina bajo su mando lleva a Ántico a una etapa de estabilidad y nuevo auge en el que se conquistan terras a base de espada y sangre. Ottym repudia la variable costumbre de arrastrar a niños brujos hasta Ántico para sumarlos al Imperio, convencida de la dificultad que eso conlleva en la lealtad hacia su terra.
Lam Rothrym es un brillante soldado que encandila a la emperatriz y acaba contrayendo matrimonio con ella al poco tiempo. Ambos conforman una pareja admirable al frente de Ántico, cuya felicidad colman sus cuatro hijos: Baggon, Yada, Vasil y Niasri. La primera de las hijas tomará el trono varios años después, cuando su madre, con 62, lo abandona.
La posición de Ántico es inmejorable en ese momento. Han caído terras complejas y el salón de las Victorias acoge nuevos tronos.
1410-1433 2C-1T
Yada llega al trono con 39 años y un listón muy alto, pese a lo cual la historia la recordará como 'la niña' por su aspecto aniñado. Con el elevado listón que le dejó el gobierno de su madre, Yada se encarga de fortalecer su legado y centrar sus esfuerzos en acabar con la maldición de Caronte, convencida de que solo así las terras más rebeldes aceptarán doblegarse al dominio ántico.
Las legiones se mantienen fuertes, pero Yada le concede una mayor relevancia a las Aes sobre las Áureas. Mantener contentas a la terras sometidas se convierte en una misión primordial para ella. Evitar revueltas, fortalecer el Imperio que existe como tal en ese momento en la firme convicción de que solo así los subordinados se convertirán en potenciales aliados y segura de que, desde ese prisma, las invasiones venideras de otras terras resultarán más factibles.
Yada contrae matrimonio con Yanklus Ginnos, una fría relación que da mucho de qué hablar en el Imperio por las supuestas infidelidades del esposo de la emperatriz. Pese a todo, junto a él da a luz a dos vástagos: Urma e Ilray.
Yada deja el trono a los 58 años con unas sensaciones de contraste. Ha mantenido la grandeza ántica que su madre le legó, pero no ha sido capaz de acabar con la maldición del barquero ni ha sumado nuevas terras a las conquistas de la suya propia.
Los motivos por lo que renuncia al trono en favor de su hija Urma son muchos y confusos.
1410-1433 2C-1T
Urma asciende al trono con 35 años y una gran preparación inspirada en su abuela, Ottym Vakko, que influye en ella de manera notoria hasta su muerte. Caracterizada por una frialdad que recrudece las campañas ánticas y trata de concederle a las legiones el impulso que les faltó con su madre. Así, de nuevo, las Áureas cobran un protagonismo notable en detrimento de las Aes, que llevan, en opinión de muchos, demasiado tiempo asentadas en terras ya conquistadas.
Poco dada a los castigos más habituales, Urma pone especial atención en la necesidad de vaciar las cárceles de traidores y recuperarlos para la causa, convencida de que lo que eso proyectará al mundo será una imagen que logrará dos cosas: mostrar que aquellos que se proclamaron contrarios a la Vakko estaban equivocados; se dieron cuenta y abrazaron los dogmas del Imperio. El otro punto incide en la bondad de Ántico, que abraza a los hijos descarriados y les concede una nueva oportunidad.
Las voces contrarias a esa práctica dentro del Consejo de Nix, no solo no son escuchadas, sino que Urma contrae matrimonio con Laam Emue, un antiguo soldado aes condenado por traición. Un redimido, según quiere mostrar la emperatriz. No son pocos los que piensan que no hay amor en esa unión, sino la voluntad de Urma de predicar con el ejemplo. Como fuere, lo cierto es que aquello no le sale mal y Laam pasa de renegar de Ántico a liderar cruentas campañas con su batallón, conocido como 'La Legión de los Traidores', que acaba reconquistando Kaulas, una de las terras que más problemas ha causado históricamente al Imperio.
Algunas voces osadas dan otro sobrenombre al batallón del emperador: 'la legión embrujada', convencidos de que no es la voluntad propia la que los lleva a actuar.
Urma deja el trono a los 51 años, convencida de a Ántico debe dejarle emperatrices jóvenes que prometan gobiernos largos. A su matrimonio con Emue, da a luz a tres hijos: Doroyan, Aslasha y Glaroth, que muere siendo solo un niño como consecuencia de una misteriosa enfermedad. Ni a la muerte de este ni a la posterior de su hija Alasha, que apenas llega a gobernar durante 5 años, Urma vierte una sola lágrima. No instaura jornadas de luto ni ningún tipo de homenaje. Eso le vale el sobrenombre de la emperatriz de hielo.
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Ya durante el gobierno de su madre, la princesa Alasha es conocida en Ántico por su crueldad y de su gobierno, muchos anticipan una etapa de sangre y dureza. Recupera la costumbre de hacer prisioneros, torturarlos y obtener de ellos todo tipo de intereses en favor del Imperio. Asienta, de igual manera, la deleznable costumbre de arrancarle niños a sus terras y trata de extender esa idea más allá de las terras brujas.
Demonios, vampiros, nigromantes... Todos pueden aportar a la Leggio y su entrada para conformar nuevas legiones puede suponer un plus que modifique la forma en la que el resto de Átraro enfrenta a Ántico. Su gobierno, no obstante, es efímero y, aunque muchos hablan de un envenenamiento en su propia casa, tratando de poner freno a la orgía de sangre y muerte que la emperatriz traería para los suyos, no consigue demostrarse nada y es su hermano Doroyan el que sube al trono con la misma edad con la que lo había hecho ella, 28 años. Alasha no llega a casarse ni a dejar descendencia.
1410-1433 2C-1T
Doroyan llega al trono, viéndose obligado a abandonar su papel en las legiones áureas. En el efímero tiempo de gobierno de su hermana, Alasha, esta lo aparta del mando supremo de las legiones, argumentando su escaso empuje al frente y el lastre de su compasivo comportamiento. Así, Doroyan queda relegado a un soldado más en la Leggio.
Con apenas 20 años, Doroyan contrae matrimonio con una joven noble de buena familia y dos más tarde, tiene a su hija Ascya. Resryon, su segundo vástago, nace cuando él cuenta con 27 años, uno antes de que todo se precipite:
La repentina muerte de la emperatriz, lo saca de las legiones -muchos creen que para alivio de Doroyan- y lo convierten en todo aquello que quiso llevar a cabo en el seno del ejército: un hombre que rompe con varias premisas, algunas recuperadas por su hermana; otras, instauradas en el tiempo: Ántico no hace prisioneros. Ántico no tortura a enemigos. Ántico no arranca niños de sus terras; ni vampiros, ni nigromantes ni demonios ni brujos.
Bajo su mando, el papel de las legiones sigue siendo importante y las conquistas se suceden. Imblion, Vieros, Arleah y la biterra componen una muestra más que notoria de su buen hacer en el trono. Su gobierno coincide con una época de esplendor en el mando de la Leggio. Grandes generales de renombre en la Argentum y en el mando general promueven una etapa gloriosa, si bien no sangrienta.
Años más tarde nace su tercera y última hija, Ottana. Con motivo de esto, la emperatriz muere de una extraña enfermedad y no son pocas las voces que aseguran que Doroyan no logra recuperarse de eso.
Al igual que su hija mayor y el esposo de esta, Doroyan es asesinado en la conocida como Noche de Sangre. En las sombras, una de las rebeliones fraguadas da con extraños acontecimientos: la muerte del emperador y su hija en la misma noche en la que se da la sucesión al trono, pues Doroyan está enfermo y quiere relegar en su hija el peso del Imperio.
Las legiones que tantas alegrías le han concedido, le dan la espalda esa noche y da inicio una nueva era en el trono ántico. Esto acontece cuando Doroyan cuenta, apenas, con 45 años.
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Decían de ella que su gobierno sería recordado como uno de los más gloriosos de la historia. Ya de niña, al igual que su hermano, destaca por su disciplina, su rectitud y su inteligencia. Pero el destino le tiene preparado uno de los momentos más crudos de los 570 años de dinastía Vakko.
Ascya contrae matrimonio con Atankurt Tanlius con quien tiene a su única hija, Alea. El matrimonio es asesinado, junto al emperador, en la Noche de Sangre, que supone el mayor golpe asestado a la Vakko en sus casi 600 años de existencia.
La historia la contempla dentro de las Memorias Dinásticas como emperatriz porque llega a conocer Los Secretos de la Vakko, parte del ritual que conmemora la coronación de una emperatriz o emperador, pero no llega a sentarse en el Quinto Trono de la Tormenta.
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Alto en el camino en los 570 años de la Dinastía Marcada, en los 600 de la Vakko. Liatli Hassul no figura en las Memorias Dinásticas y todo documento oficial ántico soterra su nombre, pero suyo es el golpe que derroca a la familia imperial que ha ocupado el trono durante toda su historia. Suyo un gobierno de cinco años, única etapa de paz desde que Ántico da inicio a su Imperio.
De forma inexplicable, llega a convertirse, con 17 años, en emperatriz y goza de la lealtad de la práctica totalidad de la Leggio. Su llegada se recibe con excepticismo y muchas voces contrarias, pero la joven sabe acallarlas y se convierte en la esperanza de Átraro para cambiar las cosas.
Su destino, su vida, si bien se omite en cualquier documento oficial, puede conocerse en Trece Tronos.
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Probablemente, el suyo es uno de los mandatos más atípicos de la dinastía. En el escenario convulso que se da la caída de su padre y la de su hermana, Resryon desaparece y no vuelve a saberse nada de él. Presente en la Noche de Sangre, la oportuna llegada de la Argentum, la única legión que se mantiene leal a la Vakko, le salva la vida tras la muerte de su padre, su hermana y el esposo de esta.
Con Liatli Hassul asentada en el trono y el gobierno ánticos, Resryon es condenado a Liverna, la cárcel de la desesperanza, donde se le pierde la pista hasta que las Memorias Dinásticas de la época lo dan por muerto.
Brillante general de las legiones Áureas, Resryon ya destaca en la Praes, donde su entrega es absoluta. Las voces empiezan a hablar de un elegido, un soldado sin igual que rompe tiempos en su formación y alcanza la cúspide mucho antes de lo esperado. Los enemigos de Ántico lo sufren y no habiendo alcanzado aún el mando general de la Leggio a él se le atribuyen muchos de los grandes méritos en el gobierno de su padre: la caída de Imblion, la de un intento de rebelión en Telasia y la de la biterra, así como la de Kaulas.
Temido y respetado a partes iguales, su muerte resulta un alivio para todos sus enemigos. Esto acontece a sus 18 años sin que el joven príncipe, al que solo se le atribuye una relación con Zarik Noleon, rey de Catarno y Domarna, deje descendencia. Con él se da por terminada la Dinastía Vakko a pesar de su sobrina Alea, a la que también se le pierde la pista.
Eso dice la historia oficial. Si tú quieres conocer la verdad, habrás de ir más allá de las Memorias Dinásticas. Habrás de ir a Trece Tronos.
