Personaje de la semana

Trece Tronos es una saga gigantesca con una cantidad de personajes más que considerable. Personajes diferentes, únicos, con sus luces y sus sombras; personajes que, en muchísimas ocasiones, se crean para algo muy concreto y acaban, no solo reclamando su propio espacio, sino teniendo un peso más que importante en el desarrollo de una trama presente, futura y hasta pasada.

Así que aquí hablaré de uno diferente cada semana. Puede ser un personaje de una novela ya escrita, una en proceso o una por escribir.

Draydas Vakko

No nos movemos de Skrive. 

Draydas es el hijo menor de la emperatriz Listhy Vakko. En la novela lo conocemos con 19 años. Todas las posiciones parecen claras entre sus hermanos mayores: Axneon lidera a las Áureas; Raoun lidera a las legiones Aes y Nessalya, como única mujer, está destinada a ocupar el trono. 

Así que Draydas no atisba entre todo eso su lugar. Puede permitirse el lujo de ser despreocupado, juerguista, alegre... Aunque todo eso cambiará cuando su madre disponga que sus tres hijos varones se enfrenten por el mando supremo de las legiones.

Dray es, como lo describen, una nota discordante entre sus hermanos, el único que mantiene relación con la parte de la familia que no vive en el Áleon, al menos con su primo Rargan, del que hablábamos la semana pasada. 

Draydas es todo lo que se espera, eso sí, en un ántico: ha crecido con la idea de que el Imperio está por encima de todo y de todos, y que, por tanto, tiene derecho a subordinar a quien desee. Y eso le traerá problemas con alguien muy especial. Porque el origen de ese alguien no es ántico.

Lo relación con sus hermanos me encanta. Esa distancia con Axneon que, sin embargo, lo adora. Esa complicidad con Nessalya y esa serenidad templada con Raoun.

Y esa skrive que lo mira todo el tiempo desde lejos...

[...] si algo he aprendido es que el valor no reside en la capacidad de lograr que otros sientan algo hacia mí porque eso ha de nacer libre, sino en los que yo siento hacia otros. Hacia ella. La amo. Eso es todo lo que sé. Todo lo que tengo. Y es inmenso.