Escarpadas montañas de altos picos rodean a la terra vampira de Imblion, como si la acunasen. Más allá de las mismas, extensiones de tierra yerma y maldecida, niebla que repta sobre el lodo traicionero, hambriento de cuerpos y sediento de sangre. Junto a Ántico, Imblion es la única que limita, al norte, con los mares oscuros o mares de Mork. En sus costas, el agua no es tan furiosa como en los acantilados ánticos.
El castillo de Vladdos Bellium, al que todos conocen como 'el Monarca', corona el valle entre las montañas y la ciudad de Imblion se extiende a sus pies desde la ladera y hasta el mar. Multitud de casas de señorial aspecto y negra fachada, negro tejado. Calles lúgubres y oscuras, de un empedrado antiguo que exuda unos susurros misteriosos, que clama por la resistencia de Imblion, terra poderosa, pero que ha claudicado en más de una ocasión contra la todopoderosa Ántico.
Su imponente flota fondea en los muelles vampiros, aunque en ocasiones la magia de Bellium oculta lo hermosos navíos, razón por la que muchos la llaman la flota invisible
Particularidades
Es una de las tres terras vampiras que existen en Átraro o Noctia. Su gobernante, Vladdos Bellium, es dueño de un peculiar secreto que conoceremos en la segunda novela de la saga, Reo, relacionado con Tine Hassul, hija de Tanray Vakko, quinta emperatriz de Ántico y responsbale de la maldición que asola al Imperio de la Noche y, más concretamente, a su familia. Esto determinará buena parte de la postura que Vladdos adopte, así como sus motivaciones.
Como buen vampiro, Vladdos es un personaje milenario y el hecho de haber sido convertido por la Primigenia, Zessa Velzur lo dota de algunas características que no poseen los demás vampiros. Después de encapricharse con él (a la peculiar manera en la que la vampira lo hace), Zessa le concedió el dominio de Imblion, conminándolo a erigirse en rey y a crear una legión a la altura. En aquellos años, sus guerras eran otras.
Conocido como El Monarca, Vladdos se caracteriza por su temple y su serenidad, alguien que dejó atrás las pasiones de juventud que pudieron moverle en una época muy lejana ya en el tiempo. Conoceremos también su raza de origen y su historia personal.
Forma de Gobierno
Hablar de Imblion es, en gran parte, hablar de Vladdos Bellium, el Monarca. Es su rey, como decíamos, desde hace largos años, mucho antes, incluso, de que la dinastía marcada se impusiera en Ántico y desencadenase la situación que encontraremos en la saga principal.
Aunque a Vladdos lo conocemos mucho antes, su llegada al trono la viviremos en Velzur, décimo tercera novela de la saga.
Su origen, sus razones, su odisea hasta tomar el trono vampiro de Imblion. Toda la verdad sobre Vladdos Bellium, buen amigo y hasta mentor de Eugenne D'Arsak, el Príncipe de Estyria.
Fuerza Militar: Los Velados
Como vampiro, Vladdos puede convertir a lúzaros en otros tantos como él, elfos, humanos, feéricos y mareas. No así a los noctis, que solo adolecen del mordisco de distintas maneras, pero no con la conversión. Los ejércitos Velados componen una fuerza considerable que, si bien ha resistido los envites del imperio ántico durante largos años, también ha sucumbido ante ellos.
Su papel en la saga, no obstante, será de vital importancia. Para bien. O para mal.
Especial mención también a la flota imblia, que si bien no es de las más poderosas de Átraro, sí es única, junto a las de Ántico y Catarno. Ninguna otra terra delimita con el mar y ninguna otra terra, por tanto, batalla en el agua.
Símbolo: La Sanguis Coronada
Podemos verla en su escudo. Los tres símbolos en la parte inferior representan el mordisco del vampiro, los incisivos y la sangre, mientras que lo que se coloca sobre ellos es la corona. Todos los vampiros proceden de Zessa Velzur, la primigenia, representada en la corona y del origen de sus colmillos desciende la raza vampira. Sin embargo, o puede decirse que Vladdos tenga que mucho que agradecerle a Zessa. Así pues, ¿por qué mantendrá el rey vampiro un símbolo que, de algún modo, honra a su gran enemiga? Podrás descubrirlo a lo largo de la saga.
Mitología y dioses
Los vampiros veneran a los dioses sacros y, aunque el señor de Imblion, Vladdos Bellium veneró a otros tiempo atrás, ya los ha olvidado.