Fyorn tiene solo dieciséis años y es el miembro más joven que ha ingresado en la Inmortia, la Legión de Acero, un terrorífico ejército que ha implantado su gobierno en las frías tierras de Lungeon, haciendo del Bastión una fortaleza inexpugnable.
A pesar de sus brillantes cualidades con cualquier arma en las manos, su relación con el Albor o general es la peor posible, y a este no le faltan ni ganas ni razones para llevarlo a las situaciones más penosas. La última de ellas dará con Fyorn de camino a Cryda para ganarse su postrera oportunidad.
Allí deberá dar un escarmiento a la Dríada, amazonas que no han dado a la Inmortia precisamente pocos problemas.
Sin embargo, la indeseable compañía asignada al muchacho lo arrastrará a un fin muy apartado de eso, un fin que lo llevará hasta los hombres que descansan bajo la tierra del bosque maldito de Achas
¿Quiénes son? Y sobre todo, ¿Qué tiene Fyorn que ver con ellos?
Inmortia era, inicialmente, un relato corto escrito para una antología que, finalmente, no se llevó a cabo, así que decidí alargarlo un poquito más y publicarlo como una novela corta de fantasía.
Al igual que me sucede con 'Diana: a la luz de un candil', siempre he tenido ganas de extender la novela y hacerla más larga, creo que tiene potencial para mucho más y ¿quién sabe si algún día pueda llevarlo a cabo?