En las cavernas de la montaña de Vlezard, se encuentra la ciudad de Egnaron.

Kanda es una joven guerrera que ha vivido sus dieciocho años con el imperioso afán de llegar hasta allí, enfrentarse a los dioses que moran en la roca y ganarse el derecho a exhibir el Nakh, la marca de los guerreros más valerosos de Mordana. Pero Egnaron no es lo que todos piensan y su leyenda oculta tantos misterios como mentiras.

Hacer que la crean, sin embargo, no resulta tarea sencilla, cuando la doliente tierra de Mordana se enfrenta a una letal amenaza en forma de ejército, capaz de arrasar grandes reinos en una sola noche.

Los magos buscan ayuda en 'la última colonia', once hombres venidos a menos, únicos supervivientes del grandioso reino de Veyernak, castigado por los dioses, que dedican sus vidas a luchar por los demás a cambio de dinero.

Así, magia y espada unirán sus fuerzas en la resolución de un cerco que se estrecha y que empieza a ver encajadas las piezas de un complejo rompecabezas iniciado mucho tiempo atrás.

Traspasar los límites de lo prohibido será el único modo de recuperar todo aquello que ama, unos ojos azules, los de Sibax, que la miran de un modo diferente.

Egnaron es una novela de fantasía épica en la que, poco a poco, los personajes han ido reclamando su parcela, su papel. Desde la versión inicial hasta la actual se han producido muchos cambios.

Batallas épicas contra un enemigo inesperado y un sentimiento de amistad que se convierte poco a poco en otra cosa. A veces, generalmente, nos hace falta perder algo o estar cerca de ello para valorar lo que siempre estuvo ahí.