El mundo de Tayra se detiene con la muerte de su novio Alex en un fatídico accidente de coche. Todo lo que quedó por decir y por hacer cobra especial sentido con la aparición de tres extrañas personas que afirman ser ángeles y que buscan el alma de uno de los suyos, reencarnado en un humano, al que han de hallar antes de que un caído lo haga.
La caótica existencia de Tayra se ve acentuada más si cabe, aunque también, gracias a ellos, es por fin capaz de encontrar una explicación a las misteriosas presencias que la llevan acechando desde hace varios meses y a las que estaba empezando a acostumbrarse.
Asalian, Diorah y Deos la ponen al corriente acerca de un desorden entre mundos que provoca la posibilidad de pasar de una dimensión a otra, vidas paralelas, donde los desconocidos pueden ser amigos; los amigos, desconocidos y los muertos pueden estar vivos.
Vidas diferentes, caminos distintos y otras decisiones que generan una existencia desconocida para ella. Tayra se ve obligada a poner su vida en manos de los tres.
La atracción incontenible que Deos ejerce sobre ella topará de frente con su amor incondicional por Alex, arrastrándola de lleno a la Guerra Ancestral entre el bien y el mal, una batalla tan antigua como sus propios sentimientos.
Sumida en la amnesia inducida de los ángeles, Tayra vuelve a estar inmersa en su desastrosa vida. Y lo está por partida doble. L
os intereses propios de Evyan, una errante conocida de Deos, enredan más las cosas cuando este se entera de que aquella joven humana de la que se enamoró y que creía muerta, no lo está, gracias a la intervención de Evyan.
Los sentimientos y voluntades son cada vez más difíciles de diferenciar cuando la misma persona ha vivido existencias completamente distintas.
El choque de Tayra consigo misma fusiona sus propias vidas, complicando la distinción de una y otra. No obstante, si algo tienen en común las dos, es su necesidad de acabar con esa maldición que las condena a una dolorosa inmortalidad, una solución que sólo parece tener en su mano otro errante, enemigo acérrimo de Evyan.
Hallarle dará inicio a una serie de juegos, de pactos, traiciones y desconfianzas que culminará de la forma más inesperada.
Esta vez, los sentimientos hacia Deos y Alex la sacudirán con más fuerza que nunca, incapaz de distinguir si quien ama a uno u otro es ella o su otra 'yo'.
Tayra está decidida a no olvidar nada de lo vivido y, especialmente, a no olvidar a Deos. Sin embargo esa decisión lleva implícito un riesgo, cuyas consecuencias está empezando a sufrir ya.
Dominada por un ángel caído que la utiliza a voluntad, Tayra es incapaz de medir sus actos, ni siquiera ante el propio Deos, convertido en su escudo ante el mundo.
El cúmulo de circunstancias al que se ve arrastrada la llevará a tomar una decisión drástica y definitiva, un paso sin vuelta atrás: Abismo, un lugar tan peligroso como impredecible, donde la joven habrá de hacer buen uso de su mayor instinto de supervivencia, rodeada como está de huraños y traicioneros errantes.
Un inesperado reencuentro la pondrá en el centro de una balanza que, tarde o temprano, habrá de decantar, algo en lo que no ayudará la fría y distante actitud de Deos, tan decidido, sin embargo, a llegar hasta las Forjas de Averno para salvar el alma de Tayra, como a alcanzar su propia redención.
El reino de los ángeles no es tampoco el paraíso que ella imaginaba y allí precisamente deberá afrontar la decisión más dura de todas, una decisión que la llevará a elegir entre cabeza o corazón.
Existen líneas que, al cruzarse, ya no admiten vuelta atrás. Y así es como se siente Tayra, abocada a un regreso confuso donde nada es como ella pensaba ni tampoco todo lo contrario.
Agravada la situación con su familia, la joven se ve sumida de lleno en la misión encomendada por la arcángel. Las puertas del Infierno amenazan con abrirse en la Tierra y el tiempo apremia en la búsqueda de aquel que puede completar el ritual: Atalox.
Por suerte para ella, Tayra no estará sola en su complicado cometido, y en Mark, el particular aliado que el Cielo ha puesto en su camino deberá dirimir su enésima batalla interior: ¿Es el destino algo escrito por los ángeles o es la voluntad humana más fuerte que los designios? .
Cuerpo y alma exigen una alianza nunca antes vista, pues la única oportunidad de que el Infierno no venza reside en aquellos que, al igual que los divanos, fueron absueltos de sus pecados: los vangelis.
Tayra tiene sus sentimientos más claros que nunca pero a veces querer no es poder. ¿O sí?
Divano es una pentalogía de fantasía urbana juvenil, que mezcla también la épica. A caballo entre el mundo que conocemos y el de los ángeles, viviremos algo muy alejado de la típica batalla entre el bien y el mal, Cielo e Infierno; de hecho, el enfrentamiento entre lo divino y lo maldito es el menor de los problemas aquí.
De igual manera, también el triángulo amoroso es algo atípico, que va más allá de las dudas y el amor hacia dos personas, algo que solo podrás comprender al final de la última novela.